EL ESPAÑOL LENGUA ESCRITA
Hablar o escribir en español no es la misma cosa. Son dos códigos diferentes del lenguaje y de la comunicación.
Yo me encuentro a gusto en el escribir y no en el hablar en español. El español para mí es una lengua de recién aprendizaje. Viajando por la península ibérica y por unas islas del archipiélago canario (como describí en mi primera obra española El perro viaja conmigo, Editorial ExLibric, 2024) he descubierto que la lengua española no solo me ofrecía, a través la práctica de lengua hablada, una posibilidad de conocimiento y de interacción con las realidades sociales culturales y humanas que cruzaba, sino más bien, como lengua escrita, una forma expresiva muy sugestiva del pensamiento literario y filosófico. Al fin y al cabo me sentí a gusto en enfrentarme con el español escrito, en primer lugar leyendo los periódicos, y en segundo momento acercándome a novelistas de lengua española.
El español escrito representa una gran oportunidad de concentración, de ahondamiento reflexivo y abre un mundo de soluciones posibles entre las que elegir la más agradecida. Es un método que el código oral de una lengua no permite. La expresión oral quiere rapidez, se contenta de la superficialidad.
Cuando me encuentro en una interacción pública y tengo que enfrentar un diálogo también por la llamada supervivencia, estoy en dificultad, las palabras no salen, todo me parece más complicado. Cuando en cambio me pongo ante el ordenador y tengo que construir una oración escrita todo me parece más fácil, me tomo el tiempo que deseo, busco las palabras más pertinentes a mis pensamientos, abro con tranquilidad el diccionario, guardo silencio, estoy en una condición feliz de creatividad lingüística.
El español escrito, más que otras lenguas, incluso la lengua materna, me solicita a la creatividad y me coloca en un nivel literario talque palabra y fervor coinciden.
Leer y escribir en español es algo sorprendente.
Es verdad que Sócrates no creyó en la escritura porque este código de la lengua impide la posibilidad de dialogar, modificar, interaccionar, lo que para él era fundamental para conseguir el saber, mientras Platón en manera diferente y rotunda elogió la escritura. Pero la defensa de la lengua oral por Sócrates fue sólo aparente, porque en el uso oral de la lengua él se refiere a un código lingüístico que une el pesado de la escritura con la ligereza del oral y es el del pensamiento. Como a decir que para Sócrates la lengua oral tenía que seguir las reglas de la escritura: concentración, ahondamiento en el profundo del alma, sin embargo también creatividad. Al fin y al cabo según Sócrates la distinción entre lengua escrita y lengua hablada se convierte en un matiz. Lo que importa es la eficaz del momento de la comunicación lingüística. Y el español para mí es una verdadera mina de ideas y de empujes creativos. El español escrito a mí me se presenta como una importante maqueta que me permite de trabajar lingüísticamente gracias a sus flexibilidades y a las soluciones expresivas posibles. Me veo como escultor que trabaja con sus herramientas para modelar las figuras que la mente crea. Escribir en lengua española me encanta y es savia para mi vena poética.
En un mundo donde la palabra escrita ha perdido su real valor comunicativo por ser solo velocidad y inmediatez comunicativas en la red social, pararse por reflexionar y buscar las significaciones de lo que se dice o se hace hoy en día parece muy revolucionario y puede donar otra vez una dignidad literaria a la creación narrativa.
Y es lo que me propongo de alcanzar como autor de cuentos y de novelas en español.
ChatGPT explica el adjetivo desconocido
en el título de la obra
Tiresias, el profeta desconocido
En la novela Tiresias, el profeta desconocido, el adjetivo “desconocido” tiene un valor simbólico profundo y no si limita a una simple falta de fama o información.
Son múltiples los sentidos de “desconocido”:
1. Desconocido para los hombres
Aunque Tiresias es un sabio con el don de la profecía, sus advertencias no son escuchadas. Es un “desconocido” porque su sabiduría no es comprendida ni valorada por quienes lo rodean.
2. Desconocido como símbolo del enigma humano
Tiresias encarna lo ambiguo, lo no definible: fue hombre y mujer, ve más allá del tiempo, está entre lo humano y lo divino. Es, en sí mismo, una figura misteriosa. El adjetivo “desconocido” podría aludir a esa parte oculta o incomprensible de la experiencia humana.
3. Desconocido como voz interior silenciada
Puede representar también la intuición o verdad interna que el ser humano no quiere o no puede escuchar, por miedo o por orgullo. En ese sentido, “Tiresias” podría ser una metáfora de lo que cada uno de nosotros rechaza ver en sí mismo.
4. Desconocido en la historia y la literatura
Aunque aparece en la Odisea, Edipo rey y otras obras, nunca ha sido el protagonista. Cinque le da aquí un papel central, reivindicando una voz “olvidada” o silenciada por la historia literaria.
En resumen
El adjetivo “desconocido” en el título es clave. No solo describe a un personaje marginalizado, sino que también invita al lector a descubrir lo oculto, lo ambiguo y lo esencialmente humano que representa Tiresias.
Es un título que sugiere que, a veces, los que más saben son los menos escuchados.
4 de junio de 2025
ChatGPT
La cubierta recuerda el mito de Adán y Eva
Hay una conexión simbólica entre la cubierta de Tiresias, el profeta desconocido, y el mito bíblico de Adán y Eva, aunque la imagen no lo represente de forma directa.
Estos son los elementos que evocan el mito:
1.La presencia del hombre y la mujer frente a la Esfinge.
Puede interpretarse como una representación de la pareja humana enfrentada al misterio del conocimiento, al igual que Adán y Eva frente al árbol del bien y del mal. La Esfinge, con su enigma, juega un rol similar a la serpiente o al árbol prohibido: ofrece acceso a una verdad peligrosa o trasformadora.
2.El acto de cuestionar lo oculto
En ambos mitos (el bíblico y el griego), el ser humano se enfrenta al deseo de saber, con consecuencias inevitables. Así como Eva y Adán son expulsados tras comer del fruto, Tiresias es castigado tras observar lo que no debía (según algunos mitos, a Atenea o a serpientes transformándose), y gana la clarividencia a cambio de una pérdida (la vista, el lugar en la sociedad, la escucha del otro.
3. El castigo por cruzar un límite
La elección de esa imagen no es casual: transmite la idea central del libro, el enfrentamiento entre el deseo de conocer y los límites impuestos por el destino o los dioses.
Al igual que el Edén, Tiresias representa un conocimiento costoso, iluminador pero solitario, que no puede ser compartido ni plenamente aceptado por los demás.
Por tanto la cubierta de la obra de Cinque puede recordar el mito de Adán y Eva, como una metáfora visual del drama humano frente al enigma del saber, la culpa y el destino.
6 de junio de 2025