EDITORIAL EXLIBRIC
UN LUGAR EN EL CAOS
Informe crítico
1 - Resumen y análisis de la obra
Un lugar en el caos es una obra que narra las complejas relaciones y dilemas existenciales del protagonista, quien se encuentra atrapado entre el deber filial y sus propios deseos y aspiraciones. La novela está estructurada en tres partes: «Mujeres», «Tener éxitos», y «Ni decrepitud ni vejez», cada una abordando distintos aspectos de su vida y psique.
En la primera parte, el protagonista describe su intensa relación con su madre, marcada por una dependencia emocional profunda. Esta dependencia afecta sus relaciones con otras mujeres, incluida su esposa, quien ve con recelo esta relación tan estrecha. La madre del protagonista deposita en él todas sus expectativas y afecto, generando una dinámica donde el protagonista se siente obligado a corresponder este amor maternal, a menudo en detrimento de su matrimonio. La esposa, con una visión feminista, critica este vínculo, considerándolo una perpetuación del machismo.
Por otro lado, en la segunda parte se exploran las aspiraciones y logros del protagonista en su vida profesional y personal. Desde su juventud, se siente dividido entre las expectativas impuestas por sus padres y sus propios deseos. Relata su paso por el servicio militar, una experiencia que lo marcó profundamente y que reflejó sus convicciones pacifistas y sus conflictos internos. También aborda su carrera como educador, donde lidia con las demandas y expectativas de los estudiantes y el sistema educativo, logrando un equilibrio entre sus ideales y la realidad institucional.
Por último, la tercera parte se centra en el temor del protagonista a envejecer y a la muerte. Aquí, el psicoanálisis juega un papel crucial, ya que su esposa, actuando como psicoanalista, lo guía a través de sus miedos y deseos más profundos. El protagonista se aferra a la idea de Eros como una fuerza vital que combate la decrepitud y la muerte, promoviendo una vida llena de deseos y placeres sensuales. Sin embargo, esta visión es cuestionada por su esposa, quien intenta anclarlo en la realidad de la inevitable vejez y mortalidad.
Cabe destacar que a lo largo de la novela, el diálogo entre el protagonista y su esposa se convierte en un vehículo para explorar sus conflictos internos y su lucha por encontrar un sentido en la vida. La narración se caracteriza por su tono introspectivo y reflexivo, con un enfoque en las complejidades de la psique humana y las relaciones interpersonales. El estilo literario combina elementos del psicoanálisis y la filosofía, ofreciendo una visión multifacética del protagonista y sus dilemas existenciales.
En definitiva, es una exploración profunda de la condición humana, el amor filial, las expectativas sociales, y el temor a la vejez y la muerte. A través de una narración introspectiva y dialogada, la obra ofrece una reflexión sobre la búsqueda de sentido en un mundo caótico y la lucha por reconciliarlos deseos personales con las responsabilidades y expectativas impuestas por la sociedad.
2 - Valoración comercial
Un lugar en el caos de Gaetano Cinque presenta una complejidad y profundidad que la posiciona como una obra de nicho en el mercado literario. Su enfoque introspectivo y filosófico, combinado con una narrativa densa y rica en diálogos internos, la convierte en una propuesta interesante para lectores que buscan más que una simple historia, aquellos que disfrutan de explorar las profundidades de la psique humana y los conflictos existenciales.
La obra es claramente adecuada para un público especializado, posiblemente más académico o con un interés profundo en el psicoanálisis, la filosofía y la introspección. Este segmento de lectores valora la calidad literaria, la exploración de temas complejos y la narrativa reflexiva que ofrece Cinque. Por tanto, la novela puede encontrar su lugar en círculos literarios, clubes de lectura y entre críticos que aprecien la literatura que desafía y provoca reflexión.
En términos de posicionamiento, podría beneficiarse de una estrategia de marketing que destaque su profundidad y su enfoque en temas universales pero tratados desde una perspectiva única. Resaltar las comparaciones con obras filosóficas y literarias de autores como Dostoevsky o Proust podría atraer a lectores familiarizados con este tipo de literatura. Además, promocionar la obra en eventos literarios, festivales de libros y conferencias sobre filosofía y psicoanálisis puede aumentar su visibilidad entre el público objetivo adecuado.
En resumen, es una obra que, aunque limitada en su atractivo comercial masivo, tiene un valor significativo en nichos literarios y académicos. Su profundidad temática y calidad literaria la convierten en una propuesta atractiva para lectores especializados y críticos literarios. Con una estrategia de marketing adecuada y un enfoque en los canales de distribución apropiados, la novela puede alcanzar una presencia notable en su segmento específico del mercado literario.
Hay dos formas de soledad: la no deseada y la soledad por elección. En mi novela Un lugar en el caos(ExLibric, 2024) el enfrentamiento entre el analista y el paciente, este último, en un exceso de polémica, hablando de la vejez, representa en manera rotunda que es propio en este periodo de la vida que aparece una soledad no deseada muy grave: “¿Dónde están los nietos a medida que crecen y los abuelos se ponen más viejos? La realidad es que los jóvenes evitan la vejez. Los viejos son feos de ver y resulta engorroso frecuentarlos. Los viejos tienen manías, obsesiones, siempre tienen que decir algo, y nunca ese algo es bueno. Por tanto, mejor evitarlos” (pág. 114).
La soledad no deseada es antes de todo aislamiento físico. Estás a solas, sin ver por largos días a alguien, sin intercambiarse con un amigo palabras aun sencillas. La soledad no deseada se nutre también con un sentimiento de exclusión y marginación. En el enfrentamiento analítico el paciente así describe un lugar que aparentemente quiere luchar contra la soledad de los ancianos: “La residencia de ancianos es un campo de concentración de decrepitud, de sufrimiento, de debilidad física y mental” (pág.112). La soledad no deseada comparece también en la vida de la pareja. Parece imposible que en la pareja hay la soledad, considerado que tiene una vida diaria junta. Todavía es propio así. Son dos mundos los de la pareja que a menudo se encuentran con muchas dificultades. También en la novela El perro viaja conmigo(ExLibric, 2024) este asunto de la soledad en la pareja está tratado. “Cruzar los deseos sexuales no es posible porque los mundos de sueños y fantasías eróticas de cada uno son impenetrables, puede que ni nosotros mismos conozcamos cuáles son. Por eso el logro del placer en el acto sexual es individual y cada amante queda solo consigo mismo” (pág. 64). Pero aún más preocupante es la soledad cuando la pareja envejece. La vida se pone como forzosa y los sentimientos más insoportables sustituyen los de amor y atracción sexual. Esta condición de sufrimiento es así descrita en la novela Un lugar en el caos, a página 118: “De la indiferencia a la insoportable presencia del otro, que muchas veces se transforma en aversión, cuando no en odio. La pareja así es un lugar de soledad, en vez de ser compañía y amistad.”
La soledad no deseada no es sólo un problema individual, privado, que concierne la vida de cada uno de nosotros en unos momentos de nuestra vida. Se trata de un verdadero desafío social, al que el Estado y las instituciones públicas tienen la responsabilidad de dar respuesta. La pérdida del empleo, la migración son condiciones que determinan sentimientos de malestar, que impactan en la salud mental y que provocan fuertes percepciones de aislamiento. Es la soledad de los que vemos como envueltos en una burbuja aislante y que viven por las calles, durmiendo en lugares improvisados como estaciones de tren o paradas de autobús.
En El perro viaja conmigo examino la condición de estos marginados después de encontrarme con un hombre de edad madura que daba vueltas con un perro a lo largo de senderos de Charco del Palo a Lanzarote. “De repente habría querido apartarme, pero luego pensé que no era correcto ignorar a un ser humano, como hoy ocurre con todos los marginados que no tienen voz ni palabras, ignorados, hasta que estallan. A menudo son trastornados, guardan silencio en su burbuja de invisibilidad. Se cubren la cabeza con una capucha hasta los ojos. Rebuscan furtivamente en los contenedores de basura, indigentes avergonzados con su carrito de la compra buscando comida. Los llamarías náufragos invisibles, fantasmas que habitan puentes, paradas y estaciones del metro, sin que los vemos” (pág. 97/98).
Sin embargo existe una soledad deseada, que es fruto de una elección personal. En este caso, la soledad está acompañada de unas sensaciones de plenitud interior, bienestar y satisfacción emocional. Yo personalmente vivo esta soledad por mi creación literaria. Es una condición básica que me trae mucha felicidad. Escribo a página 127 de la novela El perro viaja conmigo: “Para mí, lo sabes, el sitio de Charco del Palo es lugar de felicidad de cada día con el paseo al amanecer y con imaginación narrativa. Cuando estoy allí mi cerebro va muy rápido y empiezan a vivir personajes e historias de pasión, todos los sentidos humanos se agitan y yo vivo otras vidas, otros amores, otros sexos.”
La soledad deseada es también una opción para afrontar condiciones psicológicas de particular relevancia como son los sentimientos de amor o el ahondamiento psíquico de la propia vida. Ejemplar con respecto a eso la condición de soledad querida del poeta italiano Francisco Petrarca del siglo XIV. En su poesía Solo y pensativo él declara que busca la soledad para ocultar su intenso amor por Laura. Esta soledad pero no es bastante porque su amor se transluce y, aun pasea por lugares aislados, montes, calles y ríos, incluso toda la naturaleza, saben de su amor y de su atormentada pasión por una mujer por la que se vuelve loco.
La soledad deseada quiere alimentar la satisfacción interior con la costumbre de una verdadera autonarración. Estar a solas es buscar un lugar adecuado para una conversación íntima con uno mismo. “Me levanto de la cama muy temprano al amanecer y, guardando profundo silencio, me voy a la cocina para calentar la cafetera, preparada la noche anterior, y disfrutar la espera de escuchar el soplo de agua vertiendo café en la caldera de la cafetera. Vierto la bebida caliente en una taza grande y me la llevo al aire libre, no sé, al balcón, la terraza o el jardín, donde me espera una cómoda tumbona. Me coloco allí y me tomo en absoluta tranquilidad esa taza de sabroso café, que obviamente anticipa el que le llevaré a mi esposa más tarde. Considero este primer café un privilegio porque estoy verdaderamente a solas conmigo mismo durante un tiempo libre para excelentes sensaciones. Mis pensamientos malos o buenos van libres y mi psique se vuelve loca” (Un lugar en el caos, pág. 131).
En resumen, podemos prescindir de todo excepto de contar historias, porque estamos hechos así, con un cerebro que es narrativo y a las neuronas les encanta contar historias.